Cuando mencionamos el término de fisioterapia, podemos pensar que esta solo afecta a los adultos, pero esta idea que tenemos está equivocada. Y es que un fisioterapeuta puede ayudar tanto a los más mayores como a los más pequeños, es lo que se denomina como fisioterapia pediátrica.
Esta fisioterapia para niños, según la definición de la Sociedad Española de Fisioterapia Pediátrica, que se encarga del asesoramiento, tratamiento y cuidado de los niños, niñas y adolescentes que tienen algún retraso en su desarrollo corporal, cuentan con desórdenes de movimiento o tienen riesgos de padecerlos.
También ayuda al tratamiento de otras patologías como la parálisis cerebral infantil, procesos de tipo respiratorio, escoliosis o malformaciones en los pies.
Un fisioterapeuta para los más pequeños
¿Es aconsejable acudir a un fisioterapeuta? Esta pregunta es importante que la responda un pediatra, y ver que recomendaciones se pueden diagnosticar y las pautas a realizar para el tratamiento.
Un fisioterapeuta no solo es un profesional que ayuda a los niños con algún problema de salud, sino que se convierte en una parte fundamental para que los padres conozcan los beneficios de establecer rutinas con los hijos, saber como manejar un bebé sin hacerle daño o conocer los beneficios de las acciones preventivas para la salud.
El objetivo de estos ejercicios ayudan a fortalecer los músculos en edades tempranas, esto les ayudará a evitar malas posturas en el futuro, mejorar su respiración y tener un mejor desarrollo de su crecimiento.
Qué hace un fisioterapeuta pediátrico
Si queremos acceder a los servicios de un fisioterapeuta pediátrico, seguramente tendremos que visitar la sala de rehabilitación de un hospital, en centros de atención primaria, o colegios e instituciones privadas que requieran de este tipo de servicios. También en clínicas de fisioterapia especializadas.
¿Cuáles son sus objetivos?
– Seleccionar las intervenciones adecuadas para cada paciente, con tratamiento que una el juego con el aprendizaje y el movimiento.
– Valoración del niño y de su entorno para establecer los objetivos que queremos conseguir.
– Apoyo a la familia mediante un trabajo con un equipo multidisciplinar que aúna los entornos sanitarios y educativos.
– Intervención con el tratamiento en caso necesario, de forma que no interfiera con sus rutinas diarias.
– Supervisión desde el inicio a fin de todo el proceso de tratamiento.
Un fisioterapeuta pediátrico no solo ayuda al niño, sino que posee un papel importante dentro de su desarrollo, sin importar si tiene alguna patología.