Como osteópata en Madrid en la Clínica Aguirre explicamos a nuestros pacientes la íntima relación que existe entre las emociones y el cuerpo. Las emociones reprimidas (sean estas positivas o negativas) pueden derivar en la contracción crónica de los músculos y tejidos. La terapias cráneo sacral y la inducción miofascial pueden ayudarnos a liberar las emociones con la consiguiente repercusión positiva en nuestra salud.
Qué es la terapia cráneo sacral
La terapia craneosacral está íntimamente ligada al doctor John Edwin Upledger. Se trata de un osteopata y cirujano que ideó un método para ayudar a los pacientes en su proceso de curación a través de un tratamiento manual muy suave y cuidadoso. El sistema craneosacro del cuerpo está formado por el líquido cefalorraquídeo y por las membranas que protegen al encéfalo y la médula espinal que se localizan tanto en el cráneo como en el canal vertebral que llega hasta el cóccix.
La terapia craneocacral consiste en movilizaciones conseguidas ejerciendo una presión muy suave. Su principio es el de ayudar a los propios procesos de autocuración inherentes al cuerpo. Son muchas las patologías que pueden ser abordadas con esta terapia que consigue mejorar la capacidad de funcionamiento de los sistemas nervioso y hormonal. La intención de Upledger es investigar cómo eliminar los problemas de salud de la forma más suave posible estimulando los procesos de autocuración.
Para Upledger el sistema craneosacro es una especie de continente repleto de líquido cefalorraquídeo que se renueva de forma rítmica. En sus experimentos descubrió que se puede conducir a los pacientes a una posición corporal antiálgica que produce modificaciones eléctricas. Es decir, el cuerpo libera energía y esto no solo tiene implicaciones físicas sino también emocionales. Esto llevó a Upledger a entender que es habitual que en el cuerpo se encuentren huellas encapsuladas de fuerzas físicas producidas por accidentes, lesiones o shock emocionales. Su disolución da lugar tanto a la liberación emocional como de las tensiones corporales.
Qué es la terapia de inducción miofascial
Al hablar de la fascia debemos partir de una idea básica pero que a veces olvidamos. Las personas no estamos formadas por piezas sino que nuestro organismo funciona en conjunto. La red miofascial comienza a funcionar en la segunda semana del feto y da forma a nuestro cuerpo hasta el final de nuestra vida. En este sentido, en anatomía se habla de que en el cuerpo humano tenemos unos 600 músculos, pero lo cierto es que estos están unidos por la fascia creando un músculo único que nos da forma y no permite movernos.
El tejido miofascial puede deformarse a consecuencia de una lesión, del abuso o del desuso, pero su naturaleza plástica lo convierte en un espacio donde se puede actuar. Para manipular la fascia y lograr que se ablande y se mueva es necesario hacerlo de una forma sostenida. Los nervios, los músculos y la fascia se combinan permitiendo trabajar sobre los tejidos miofasciales.
Como osteópata en Madrid, he comprobado como el trabajo en una determinada parte del cuerpo puede provocar cambios en otra. Abordada por un profesional especializado, la inducción miofascial es una experiencia muy relajante y placentera para el paciente. El tejido miofascial es muy sensible y también puede verse afectado por el estrés físico, mental o emocional. Un ritmo de vida estresante puede ser el origen de muchas patologías. En este sentido, la manipulación de determinados puntos gatillo puede detonar también la liberación de los restos de la emoción que los provocó. La técnica de inducción miofascial puede hacer que el paciente pase por diferentes estados emocionales encaminados a recuperar un equilibrio total del cuerpo.
En la Clínica Aguirre aplicamos las mejores técnicas de osteópata en Madrid para ayudarte a aliviar o curar la mayoría de tus dolencias.